CAPÍTULO 5

Me levanté de la cama donde estaba sentada y fui a abrir

-No! Espera!- dijo Sam mientras Lou le ayudaba a ir hacia el baño- no dejes que nadie entre al baño hasta que no me quite el vestido

Volvieron a tocar y Lou y Sam entraron en el baño y cerraron la puerta. Abrí y había cuatro chicos, me sonaban de algo...

-Tu eres  la famosa cake- women!- dijo uno de los chicos. Tenía muchos tatuajes, bueno, todos tenían muchos tatuajes excepto uno, pero el que más me llamó la atención fue un pájaro que tenia en el brazo

-Em... Perdona?- estaba confundida y molesta- la famosa cake-women?

-Si, el otro día tenias la cara llena de tarta y por eso te llamo así

-Ah... Que simpático- dije mostrándole una sonrisa forzada.

-Perdónale, él es así. Ibamos buscando a una amiga, pero veo que nos hemos equivocado de habitación- me dijo un chico que tenia tatuado en uno de los brazos una especie de flechas

-Buscáis a Samantha?

-Si, exactamente, la conoces?- me preguntó el mismo

-Pasad, está en el baño- me aparté y les dejé paso

Me acerqué a la puerta del baño y toqué con los nudillos

-Sami, cuatro chicos muy raros y bastante guapos han venido a verte- le dije en español

-______... Hay un problema, parece que voy a tardar mas- me contestó, también en español

-Que pasa? No me asustes- todos los chicos me miraban con cara de no entender nada, menos unos, uno rubio, que me miraba con una expresión neutra 

-La cremallera no cierra...

-Sami, date prisa, me intimada que me miren tanto... Sobre todo uno rubio que me mira raro- dije mientras le miraba de reojo

-Ah! Son los chicos de One Direction! Amigos de Zayn- claro! Eran los chicos que conducían el coche de golf- Ah Lou! Me has pillado!- dijo en inglés- el rubio se llama Niall, y te mira así porque entiende todo lo que estamos diciendo

-Que?!- dije separándome de la puerta y abriendo mucho los ojos. Miré al chico y él asintió, dándome a entender que sabía Español. Los otros tres chicos habían empezado a hablar animadamente entre ellos, no lea podía entender ya que hablaban muy rápido

-Como te llamas?- me preguntó mientras se acerba a mi y se ponía al otro lado de la puerta. Tenía un acento muy gracioso cuando hablaba español

-Yo... Soy _______

-Chicos hablad en ingles que no nos enteramos y también queremos hablar- dijo el chico ese tan simpático, sarcásticamente hablando, del pájaro en el brazo.

-Sabes hablar inglés?- me preguntó el rubio, creo que se llamaba Niall

-Si, pero no lo entiendo muy bien cuando hablan rápido

-Chicos, esta es _______. Ella sabe hablar inglés pero, por favor, hablad despacio para que os pueda entender.- dijo ya empezando a hablar en ingles

-Yo soy Liam, él Louis y él Harry- dijo señalando a cada unos. Ahora que me daba cuenta. El chico de los rizos, Harry, no había dicho nada aún

-encantada, yo soy amiga de Sam...- de repente abrieron la puerta del baño y, sin darme tiempo a reaccionar, me dieron en toda la cara.

Escondí mi cara entre mis manos, habían abierto con mucha fuerza.

-_______, estas bien? Los siento- me decía Lou. Separé las manos y las miré, tenían sangre, y creo que salía de mi nariz

-Ay Dios... Chicos donde hay una enfermería o un botiquín- preguntó Sam. Todos me miraban con cara de preocupación y miedo, yo no decía nada

-Hay una enfermería abajo- y esa voz? No la había escuchado antes. Valla voz... Era ronca, tenía que cantar muy bien. Ese debía de ser Harry

-Harry, acompáñala- le dijo Liam. Efectivamente, ese era Harry

-Ven conmigo- dijo tendiéndome la mano

-Mejor no te la doy o te llenaré de sangre- dije riendo leve y tímidamente, a lo que el sonrió... Valla sonrisa...

Bajamos abajo, yo tapaba mi nariz con mis manos para que la sangre no manchara el suelo. No paraba de sangrar y me dolía mucho. Harry me guiaba, su paso era acelerado y en su voz se notaba el miedo. Llegamos a una puerta donde ponía -Enfermería- nunca había visto una enfermería en un hotel... Todo en ese hotel era extraño

Harry empezó a hablar rápidamente con un señor de bata blanca, y este me preguntó algo a la misma velocidad. Yo miré a Harry buscando ayuda y luego miré al medico

-Oh, lo siento _____. Verá, es que ella es española, y solo nos entiende si hablamos despacio- le explicó al señor

-Te sientes mareada?- me dijo en un tono alto y demasiado despacio

-Un poco, pero sobre todo me duele muchísimo la nariz... Y bueno, la cabeza me duele y me da vueltas- dije mientras el señor me guiaba y me pedía que me sentara en una camilla. Tocó mi nariz y yo cerré los ojos fuertemente. Luego la torció y grité

-No te la has roto, pero ha sido un golpe fuerte- dijo en el mismo tono y a la misma velocidad que antes. Preferiría que hablara a una velocidad normal, me ponía de los nervios, me hacia parecer tonta, pero prefería eso a no enterarme de nada. 

Harry estaba sentado en una silla cerca de la camilla. Nos observaba y de vez en cuando asentía. Su expresión de preocupación desapareció cuando aquel señor dijo que no estaba rota.El médico limpió la sangre y me puso una especie de tapones que hizo que la sangre cesara de salir. Después me puso una cosa parecida a un esparadrapo

-Debes tomarte estas pastillas para el dolor. Descansa y el mareo desaparecerá. Si no, venid luego

-Michas gracias señor- le dije con una sonrisa mientras bajaba de la camilla. Al apoyar los pies me mareé, cerré los ojos fuerte y me apoyé en la camilla para no caer

-Estas bien?- me preguntó Harry, que se había acercado a mi cuando bajé de la camilla 

-Si, tranquilo, solo ha sido un pequeño mareo- dije respirando hondo y sonriendo

-Señorita, cuando comió por última vez?- me preguntó el medico. 

-A la hora del desayuno

-Y que comiste?- me preguntó Harry

-Una manzana

-Señorita, hace ocho horas que no come, y una manzana es muy poco. Que cenó anoche?

-Nada

-Y que comió?

-una ensalada

-Debería comer mas, o tendrá mareos mas a menudo. Tome esas pastillas, descanse y coma. Ya pueden irse- Harry me cogió de la cintura y me cogió mi brazo para ponerlo tras su cuello

-que haces? Dolo me he dado un golpe en la nariz, puedo andar- le dije con una sonrisa

-Pero... Te acabas de marear

-No te preocupes, ya se me ha pasado- dije desatándome de su agarre

Ibamos subiendo por el ascensor

-Por que no comes?-  me preguntó